PROPUESTAS para la CONSTITUYENTE por una UNIVERSIDAD DEMOCRÁTICA y POPULAR
Propuestas para el Debate
Discutir sobre la universidad venezolana es al mismo tiempo participar de la intensa lucha de clases que se desarrollan cada día en nuestro país; y, a su vez, es fijar posición sobre los modelos de sociedad que seguirán enfrentándose mientras exista la explotación del hombre por el hombre: capitalismo o socialismo.
Largos años de combate popular le han enseñado a la juventud y al pueblo en general que la educación en el sistema capitalista –junto a las artes, la ciencia, la religión y los medios de comunicación– constituyen aparatos de ideologización que la burguesía utiliza para el mantenimiento y la reproducción de su orden explotador y alienante.
Por tanto, la educación, y especialmente la que se imparte en las instituciones universitarias, deberá estar acorde con las formas en que se organiza la vida concreta de la sociedad, en que se produce y se reproduce su vida material.
Hacemos énfasis en los espacios universitarios por ser éstos los centros de formación manual e intelectual de los potenciales trabajadores y trabajadoras, así como de los herederos y herederas del capital acumulado. Como es ya sabido, en el sistema capitalista existen dos escuelas, dos universidades, dos colegios técnicos: los que preparan a los hijos de la clase obrera para continuar vendiendo su fuerza de trabajo, ignorantes de la explotación; y los que forman a los hijos de la burguesía para gerenciar y administrar con mayor eficiencia los frutos de la plusvalía. Una educación para gobernar y otra para obedecer.
Hablar de una educación con igualdad, para la democracia, para el respeto a los valores sociales, el progreso individual y el desarrollo social, en el marco de una sociedad capitalista es una falacia. Y el engaño queda desenmascarado cuando observamos el financiamiento directo que realizan empresas privadas hacia casas de estudios universitarias, con el fin ulterior de dotarse de una mano de obra más tecnificada y dócil.
Además de ello, nuestro país carga con un gran problema a cuestas: el carácter rentista de su economía y su alta dependencia de los mercados internacionales, lo que incide directamente en la dinámica universitaria. Así como hemos importado bienes y servicios del exterior, atascando nuestra industria interna, asimismo nuestras universidades han importado buena parte del conocimiento técnico y científico producido en los centros de poder, paralizando casi por completo las investigaciones necesarias para el desarrollo nacional en todas las áreas.
Otro ejemplo de esta situación es la demanda estudiantil sobre los programas de estudio: carreras como comunicación social, administración, contaduría, gerencia técnica empresarial, publicidad y mercadeo, gestión comunitaria y ambiental, estudios políticos y sociales, cuentan con la mayor cantidad de estudiantes en universidades e institutos técnicos de carácter público y privado. Mientras, carreras del área de ingeniería, ciencias básicas, ciencias del agro, por ejemplo, carecen de la suficiente oferta por parte de las universidades. Esto último ocurre porque una economía rentista no necesita de este tipo de profesionales, y no por falta de interés o vocación de los y las estudiantes.
CONSTITUYENTE para CONSTRUIR una UNIVERSIDAD DEMOCRÁTICA y POPULAR
Venezuela necesita universidades e institutos y colegios universitarios con capacidad de formar el capital humano que contribuya al dominio del conocimiento por parte de la clase obrera y el pueblo trabajador; que promueva el desarrollo de la educación, la ciencia y la tecnología, a fin de abrir paso a una nación avanzada, libre del atraso, la pobreza y la dependencia, en el marco de unas nuevas relaciones de producción de carácter socialista.
En el país tenemos numerosas y muy diversas instituciones educativas universitarias, tanto públicas como privadas, con diferentes objetivos y funciones; la mayoría de las cuales han sido creadas principalmente en los últimos cuarenta años en forma completamente anárquica, sin criterios técnicos precisos, sin ningún tipo de planificación, sin responder a necesidades concretas y especificas del país y sin ninguna forma de articulación entre ellas.
En la última década hemos visto importantes avances en la superación de los problemas anteriores, además de mejorar la masificación de la educación universitaria, los índices de prosecución y deserción, así como el aumento de la inversión pública en el área.
La transformación de la educación universitaria, para que cumpla la misión de forjar conciencia crítica y ética, de formación humana de expansión del conocimiento, de asimilación y creación en el orden de las ciencias y tecnologías, es imperioso iniciarla decididamente y llevarla hasta sus últimas consecuencias.
Ningún país puede avanzar si no cuenta, entre otras condiciones imprescindibles, con institutos de educación universitaria del más alto nivel humanístico, científico y tecnológico.
Por ello creemos que nuestro debate no debe ceñirse exclusivamente a la elaboración de ideas para una nueva Ley de Educación Universitaria (LEU); es indispensable darle mayor profundidad a nuestras discusiones orientándolas a generar conciencia en nuestro pueblo sobre la imperante necesidad de impulsar importantes cambios en el actual sub-sistema de educación universitaria y sus órganos rectores; y debe ser una herramienta para la necesaria acumulación de fuerzas por parte de los factores de izquierda para el impulso de los cambios integrales del país.
Por ello proponemos la creación de un gran Frente Nacional por el impulso de una Constituyente para construir la universidad democrática y popular. Este debe ser un Frente amplio, democrático y que guiado por el principio del debate y la construcción colectiva, nos permita agrupar a la totalidad de las fuerzas estudiantiles, profesorales, de trabajadores y pueblo organizado, indispensables para impulsar el proceso de refundación del sistema universitario Venezolano, en el marco de la liberación nacional.
La Educación que necesita el Proceso Bolivariano
Luchamos por una educación que realce el carácter libre del conocimiento, como un bien no enajenable de la sociedad venezolana y que no puede ser mercantilizado. Es necesario pasar de una educación alienante al servicio de las transnacionales y de la burguesía nacional, hacia un conocimiento que esté al servicio de las mayorías
y el desarrollo independiente del país.
Concebimos la educación como un proceso permanente, desarrollada a lo largo de la vida del ser humano. Es
continua y liberadora del ser humano, por cuanto lo forma para asumir al trabajo como actividad creadora de conocimiento que lo comparte con sus semejantes y no puede ser alienado;
lo integra directamente con su entorno, mediante su participación directa y la transformación de ambos. Como un proceso estrictamente democrático y participativo, por cuanto la relación entre sus participantes debe desarrollarse de manera horizontal, dejando atrás el autoritarismo en el aula.
Por ello proponemos:
1. ERRADICAR EL AUTORITARISMO ACADÉMICO DEL MODELO DE ENSEÑANZA UNIVERSITARIA
La educación por la que luchamos no es una actividad mecánica e impositiva donde el estudiantado debe recibir toda la información que le transmita el docente de manera acrítica y no reflexiva. En tal sentido rechazamos el sistema de enseñanzas donde el estudiantado continúe sometido a las actuales relaciones tiránicas que rigen el vínculo con el profesorado en las aulas de clases, donde este último es considerado como el único poseedor de conocimientos y dueño de la verdad.
Esta desvirtuada concepción de la educación, que calificamos de autoritarismo académico, representa hoy un muro de contención al desarrollo libre de los conocimientos y en muchos casos es de los principales obstáculos a la aspiración de prosecución de los estudios universitarios de muchos jóvenes.
Por tanto,
el proceso educativo que visualizamos debe ser una construcción colectiva de conocimientos útiles para la transformación de la sociedad venezolana, mediante la formación de percepciones críticas y reflexivas del estudiantado. Tanto estudiantes como docentes participan de manera colectiva en la construcción de conocimientos, donde los segundos se asuman como facilitadores del proceso de formación integral del recurso humano e intelectual que demanda los planes de desarrollo del país.
2. NACIONALIZACIÓN y GRATUIDAD de la EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
Al reconocer la importancia estratégica en el desarrollo nacional que tiene la educación universitaria, y especialmente en la transformación de las relaciones sociales de producción, es necesario que dejen de existir centros de enseñanza privados, financiados por las empresas privadas.
Es fundamental lograr la Nacionalización de la educación y que sea impartida de manera gratuita a toda la población. Gratuidad garantizada por un sistema de becas, transporte, comedores, bibliotecas, atención médica y dotación de textos y materiales. Para ello,
el Estado venezolano debe ser el responsable de la planificación, organización, supervisión y financiamiento del sistema educativo nacional, atendiendo a los requerimientos socio-culturales, económicos y políticos del país y enmarcado en un proceso de participación protagónica y desarrollo del Poder Popular, en sus diferentes órganos de decisión (Consejos de Trabajadores, Consejos de Campesinos, Consejos Comunales, Consejos Estudiantiles, entre otros). De acuerdo a la actual configuración del Poder Ejecutivo, proponemos que los Ministerios del Poder Popular para la Educación, para la Educación Universitaria, para la Ciencia y la Tecnología, para el Deporte y para la Cultura se constituyan y articulen en un organismo coordinador, planificador y contralor de la política educativa junto a los órganos del Poder Popular comunal, estudiantil y de trabajadores.
Para poder desarrollar una educación con la calidad necesaria para impulsar el avance integral del país, resulta necesario que cuente con el apoyo en cuanto a recursos financieros y equipos desde el presupuesto nacional. Desde el Estado debe considerarse como prioritaria la atención a la educación, en todos sus aspectos, especialmente, la dotación de equipos necesarios para su desarrollo.
3. Una EDUCACIÓN para SUPERAR el ATASCADO MODO de PRODUCCIÓN CAPITALISTA
Avalamos una educación que propicie el desarrollo de las fuerzas productivas del país y a la vez construya nuevas relaciones de producción bajo los principios socialistas. Una formación de profesionales y técnicos no tecnócratas, no academicistas, no economicistas, no mercantilistas e independientes de la ideología imperialista; sino, más bien, bajo una visión liberadora de toda clase de explotación. De esta manera se contribuirá directamente en la construcción del sistema socialista. Por tanto, debe desarrollarse una educación en la que se realce la valoración ética hacia el trabajo, como actividad liberadora y emancipadora del ser humano, forjadora de conocimiento y útil para la transformación del ser social.
Se requiere que la educación permita adquirir las herramientas necesarias para el uso y desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. De esta manera se garantizará el logro de la plena soberanía tecnológica de la nación en el marco del proceso de liberación y la construcción del socialismo. De igual manera, debe garantizarse el acceso pleno a las herramientas tecnológicas de la nueva era a todas las personas sin discriminación de cualquier tipo.
4. DEMOCRATIZACIÓN del INGRESO a las UNIVERSIDADES y por un JUSTO RÉGIMEN de PERMANENCIA
Demandamos un sistema de ingreso que garantice igualdad de acceso a estudios profesionales, atendiendo a las diferencias de clases. En tal sentido, se debe privilegiar a los sectores populares en tanto la gratuidad y la garantía de su culminación, atendiendo a su condición socio-económica.
Exigimos la eliminación absoluta de las “Pruebas de Admisión” por parte de las Universidades Autónomas, y que el ingreso sea centralizado por lo establecido en el CNU, y desarrollando los principios de la Ley Orgánica de Educación. Las pruebas internas se han convertido en uno de los mayores negocios de las mafias universitarias, las cuales reportan ingresos importantes al presupuesto universitario que van a parar al destino incierto de la cuenta “
ingresos propios”. Sin dejar de mencionar la famosa “
venta de cupos” en carreras con altas demandas y una oferta pírrica de cupos anuales, muchos de ellos ya “
apartados” con el debido pago o gracias a la corrupción de las autoridades y algunos profesores de las instituciones.
Asimismo demandamos mayor reglamentación sobre los Convenios Internos Especiales, a través de los cuales acceden jóvenes que no cumplen con los requerimientos de deportistas, cultores u otras condiciones consideradas especiales. Esta modalidad de ingreso se ha prestado para la venta de cupos y, por tanto, reducen notablemente las oportunidades de ingreso del resto de jóvenes.
En aras de avanzar en la universalización de la educación, los institutos de enseñanza universitaria deben adecuar su régimen de permanencia y ofertas de estudios con el fin de garantizar a los jóvenes trabajadores la posibilidad de cursas estudios universitarios.
La educación debe crear garantías a los habitantes de las zonas rurales su integración al sistema educativo, el respeto y reconocimiento a sus particularidades culturales regionales y locales. Se debe impulsar la creación de centros educativos acordes con su entorno ambiental.
5. DEMOCRATIZACIÓN de la VIDA UNIVERSITARIA
El proceso de liberación nacional demanda que la educación brinde las herramientas necesarias para hacer efectiva la democracia participativa y protagónica que garantiza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de manera responsable y consciente. Por tanto, es necesario comenzar a democratizar todas las instancias del claustro universitario, dándole cabida no sólo a todos los sectores gremiales universitarios, sino involucrando también a la comunidad circundante.
Abogamos por el reconocimiento de los trabajadores universitarios y los estudiantes como miembros activos de la comunidad universitaria, que en condiciones de igualdad frente al gremio profesoral deben participar del diseño, elaboración, evaluación y control de la política del gobierno universitario. En tal sentido exigimos una LEU que reconozca la equidad profesor-estudiantes-trabajadores en los proceso de elección de las autoridades universitarias, así como también en la composición de los diferentes órganos de gobierno de la universidad.
Sin embargo creemos que la democratización de la universidad debe ir más allá del reconocimiento de los derechos políticos de los trabajadores y la paridad de votos entre los distintos sectores que componen la comunidad universitaria. Es indispensable diseñar una nueva estructura de gobierno universitario que permita la separación de atribuciones que actualmente se encuentran concentrados en un único órgano: el Consejo Universitario.
Sobre la base de ello debe promoverse la democratización de los espacios de gobierno y cogobierno de las instituciones educativas, planteándose al igual que en la Constitución la elección en igualdad de oportunidades y garantizar el revocatorio de las autoridades. Garantizar los espacios de participación y toma de decisiones de las y los estudiantes, junto a los trabajadores y las trabajadoras, y su carácter vinculante hacia las políticas que emanen de las autoridades rectoras. Inclusive, la participación directa de las comunidades organizadas (Consejos Comunales, Consejo de Trabajadores y Trabajadoras, y Consejo Estudiantil) en la toma de decisiones de los procesos más trascendentes de la vida educativa.
Proponemos la creación de tres instancias de trabajo: El
Consejo Universitario como instancia ejecutiva de dirección, la
Contraloría como cuerpo colegiado para la fiscalización sistemática del presupuesto y manejos de todo tipo de ingresos que perciba la universidad y la
creación de un órgano disciplinario que tendrá como objetivo estudio y emisión de sanción sobre los casos de denuncia que los estudiantes, profesores y trabajadores promuevan.
6. Por una AUTONOMÍA RESPONSABLE y al SERVICIO de la NACIÓN
Los sectores de derecha, que tienen como uno de sus últimos reductos las instituciones de educación universitaria, se escudan bajo la figura de la Autonomía Universitaria, manipulando su significado constitucional. Estos sectores tratan de darle a la Autonomía un carácter de extraterritorialidad para que las Leyes y los Poderes Nacionales no tengan atribuciones al interior del espacio universitario; tratan de crear una coraza dentro de las universidades, para no rendirle cuentas al Estado sobre el manejo de éstas. Es decir, tratan de hacer ver a las universidades como un Estado dentro de un Estado.
Consideramos que la autonomía es relativa, por tanto, no puede estar por encima de los destinos de la nación y mucho menos por encima del Estado, debe estar sometida a los intereses de las mayorías. La autonomía no puede constituirse en una anarquía, no puede ser un Estado dentro de un Estado, y su validez es relativa frente a los intereses generales de la sociedad y del país. Las instituciones educativas deben estar vinculadas a la construcción y ejercicio del Poder Popular, como garantía de la democracia y de un constante diálogo de saberes, que fortalezca la integración y que construya conocimiento útil y pertinente a los intereses de la sociedad y de la nación.
7. PRESUPUESTO NECESARIO y el CONTROL SOCIAL SOBRE EL MISMO
Resulta necesario la definición de fórmulas mediante las cuales se otorguen los presupuestos necesarios, pero sometidos a criterios de diferenciación, tomando en cuenta el control presupuestario universitario y los resultados de cada institución en cuanto a: racionalización de recursos existentes; esfuerzos en la diversificación de fuentes alternativas de financiamiento; logros de calidad académica; logros de investigación y ejecución de políticas con pertinencia social y logros de equidad.
Las autoridades de las casas de estudios deben estar obligadas a presentar informe anual detallado ante los miembros de la universidad, comunidades y entes de gobierno, sobre el uso del presupuesto asignado, así como también de los fondos que percibe por iniciativas propias.
Los miembros de la comunidad universitaria (trabajadores, estudiantes y profesores) deben tener plenos derechos para exigir cuentas permanentemente a las autoridades sobre el empleo de los fondos y recibir de estas respuestas inmediatas.
Así mismo, el Estado a través de la Contraloría General de la República debe cumplir con su deber de fiscalizar a las autoridades de las universidades por tratarse de fondos que provienen del erario público; así como atender las denuncias de la comunidad universitaria y el movimiento popular sobre el mal manejo de recursos.
8. IMPULSO a las INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS en TODOS los NIVELES
Para ello es necesario reestructurar los estudios de Pregrado y Postgrado en función del nuevo contexto social y tecnológico desarrollado a nivel global.
Es necesaria una educación que fomente el desarrollo científico y tecnológico promoviendo un modelo de educación autodidacta, que despierte la inquietud por el saber y la búsqueda del aprender-haciendo e indagando en la cotidianidad.
La educación debe tener una orientación de carácter antidogmático y científico, ligada a la investigación permanente en sintonía con la práctica social y las necesidades de todas las ramas de la actividad productiva y la vida integral de la nación. Aquí se debe poner de manifiesto el principio de corresponsabilidad entre el Estado, el Poder Popular y las universidades.
9. UNIDAD SOCIEDAD-UNIVERSIDAD
La Universidad actual debe ser ventana abierta para recoger del entorno sus diversas manifestaciones, inquietudes y problemáticas; y puente de salida de la cultura y de la ciencia para la transformación de la realidad circundante.
Debemos erradicar el concepto de Extensión universitaria como mecanismo de vinculación de la universidad con la sociedad. Para nosotros la universidad es parte integral de la sociedad, responde a sus anhelos e intereses y por ende su estrecha vinculación no parte de jornadas de extensión académicas; sino que debemos construirlas en la cotidianidad de la vida universitaria.
10. LA UNIVERSIDAD en la CONSTRUCCIÓN de la UNIDAD LATINOAMERICANA
De igual manera, un tema que debe ser de abordaje obligatorio es el papel de la educación en el impulso de la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños. De esta manera, cumpliremos con el sueño bolivariano y martiano de ver a la América toda unida en una sola Nación; fomentando el desarrollo de los pueblos como un eje estratégico para la construcción de un mundo multipolar, rompiendo con la hegemonía imperialista. Para ello, se debe priorizar y atender convenios, planes y proyectos especiales que busquen el desarrollo de conocimientos útiles para la región en diferentes áreas, especialmente lo relacionado con el levantamiento del aparato productivo y el desarrollo de las ciencias y las tecnologías.
Entonces, proponemos una educación que se encuentre en permanente sintonía con los requerimientos de la nación venezolana y la unión de los pueblos latinoamericanos, ante el grandioso reto que se nos presenta en la actualidad: la construcción del socialismo.
11. Una EDUCACIÓN que FOMENTE VALORES para la EMANCIPACIÓN SOCIAL
La población venezolana requiere una educación que fomente valores de solidaridad, cooperación, sensibilidad social y que desarrolle prácticas tan valiosas como el trabajo voluntario. En este sentido, la ayuda directa a la transformación de la realidad de las comunidades, en especial las más pauperizadas, de manera consciente y voluntaria, que brinde al educando herramientas y conocimientos útiles para la resolución de problemas en cualquier espacio: aprender–haciendo.
Se debe construir la educación que exalte y fortalezca los valores propios de la identidad nacional. Que esté dirigida al rescate de la historia; de la valiosa memoria de nuestros próceres, luchadores indígenas, afrodescendientes, mártires revolucionarios y heroínas revolucionarias, y sus aportes a la construcción de una nueva sociedad; que realce lo mejor de nuestros valores culturales y folklóricos.
Es una prioridad la formación del eco-ciudadano, para fomentar la relación conservacionista, armoniosa y respetuosa entre el ser humano y su medio ambiente, entendiendo al primero como parte fundamental del segundo. Se debe realizar, con mayor énfasis, una formación de principios socialistas y ambientalistas en contra del sistema depredador, explotador y destructor del medio ambiente y sus recursos naturales –que constituye el sistema capitalista y su modelo de desarrollo insostenible en el tiempo–; priorizándose la toma de conciencia y la construcción de un modelo productivo ecológico socialista.
12. PAPEL de los MEDIOS de COMUNICACIÓN
Para que el sistema educativo pueda alcanzar esta meta, debe recibir el apoyo organizado permanente de los medios de comunicación y de información, de las organizaciones y movimientos sociales, las comunidades organizadas y todo el conjunto de la sociedad. En la educación los medios de comunicación social deben servir como instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo y como tal deberán cumplir funciones educativas, informativas, formativas y recreativas que contribuyan al desarrollo de conocimientos, valores que fortalezcan la convivencia ciudadana en la construcción del socialismo. Los medios de comunicación de masas deben estar al servicio de los intereses de la sociedad, por lo tanto deben abrir espacios de participación para la organización del pueblo. Deben ser una herramienta educativa que contribuya a la construcción de la educación a distancia como un nuevo modelo pedagógico.
13. Reconocimiento de los Consejos de Estudiantes como los auténticos órganos de organización y lucha del estudiantado
Concebimos los Consejos de Estudiantes como la nueva forma de organización estudiantil, que viene a superar las antidemocráticas estructuras representativas expresadas en los actuales centros de estudiantes y FCU, y que tiene como objetivo fundamental promover una amplia labor organizativa en el seno del estudiantado, a fin de lograr su incorporación activa en todos los campos de la vida universitaria y en la lucha por el reconocimiento de sus principales derechos y reivindicaciones.
El día miercoles 08 de Junio diversas organizaciones estudiantiles se reunieron en la sede del Partido Comunista de Venezuela para compartir experiencias y coordinar esfuerzos para la promoción y asistencia al congreso de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), a realizarse en agosto de este año en la ciudad de Montevideo, Uruguay.
